Su textura tierna y su toque ligeramente ácido las hacen ideales para disfrutar solas, en tostadas, ensaladas o como ingrediente en guisos y pastas.
Listas para consumir, estas sardinillas son una fuente natural de omega-3 y proteínas, aportando nutrición y sabor en cada bocado. Su práctico envase garantiza frescura y conservación óptima, convirtiéndolas en una opción deliciosa y versátil para cualquier comida.